¡Reluce los zapatos de verano – Prueba esto!

En verano no llevamos calcetines. Y si llevamos muy pocas veces y dentro de deportivas. La mayor parte del tiempo vamos en zapatos de verano; chancletas, zapatos abiertos y sin calcetines. Esto se traduce a marcas de sudor, arena incrustada y un efecto de zapato viejo en pocos días.

En mi caso, la parte interior del zapato que da a la planta del pie queda negra todavía más rápido porque tengo la costumbre de ir descalza y entrar con los pies, tal cual, al zapato cuando tengo prisa.

Y a los niños les pasa 3/4 partes de lo mismo. Entre la arena del patio, de la playa, el barro, el jardín, que ahora se mojan y se secan y el propio sudor del pie… Las zapatillas de verano quedan viejas, gastadas y asquerosas quince días después de estrenarlas. Y el asco que da cuando después te las pones una vez secas… ¡Arg! Todavía recuerdo cuando era pequeña el tacto duro de zapato de verano con barro seco pegado dentro.

A parte de eso, a veces recibo zapatos de niños más grandes de la familia y amigos. ¡Me encanta! Pero, quieras o no, son zapatos usados por niños que también viven aventuras y tienen su desgaste y situación similar a las nuevas de hace un mes de mis hijos.

Me sabe mal ver a la qué velocidad quedan feos los zapatos de verano. Da ganas de comprar nuevos cada pocos días para que vuelvan a lucir, y seguramente es una de las razones por las que compramos zapatos más a menudo.

Sobretodo si queremos llevar un estilo de vida minimalista, llevando cada día o cada dos días el mismo zapato se nota. ¡Pero esto se acabó! ¡Con este pequeño truco, muy simple, que quiero compartir contigo, podrás recuperar los zapatos en un pis pas! Y cuando lo sepas dirás… ¿Porqué no pensé yo antes en esto?

¿Qué necesito?

• Cepillo de dientes que no volverás a utilizar (al menos no deberías y menos en la boca)
• Jabón natural – Lagarto o Marsella
• Trapo o bayeta
• Agua

¿Qué hago para relucir los zapatos de verano?

1. Remoja la parte interior del zapato.
2. Aplica un poco de jabón al cepillo de dientes con agua.
3. Cepilla la superficie interior remojando de vez en cuando y renovando el jabón.
4. Pasa con la bayeta húmeda para retirar el jabón
5. En el caso de chanclas tipo flip-flop – aptos para el agua – remójalas del todo o pasalas por debajo del grifo.
6. Repite el proceso hasta que quedes content@
7. Secar con el trapo
8. Dejar secar al sol.

Listas! Al menos el interior, dónde ponemos el pie, no tendrá pies marcados de arena y tierra durante unos días, y los zapatos parecerán medianamente nuevos.

Utilizo jabón natural porque no me gusta pensar que pasan productos tóxicos a través de la planta del pie al cuerpo. Manías mías. Si estos temas no te preocupan, supongo que se pueden utilizar otros tipos de jabón. Lo que más se nota es el trabajo con el cepillo.

También lo probé con otros tipos de zapato y funciona igual de bien. En el caso de zapatos de adulto o zapatos que no sean aptos para ser remojados, que quizás tengan el interior de tela, hay que hacerlo reduciendo la cantidad de agua y jabón.

Espero que te resulte útil el consejo y que puedas aprovechar mucho más tiempo tus zapatos.

¡Ahora te toca a ti! ¡Dime en los comentarios o por redes sociales, como te ha ido el consejo y si te ha servido para salvar alguna chancla que creías perdida!