Ahora vendrá la época de vientos, lluvias y frío. Tiempo de quedarse en casa mirando una película. ¡No pueden faltar las palomitas caseras recién hechas!
Siempre existe aquel plato que nos recuerda a casa: los espaguetis de la abuela, los macarrones de la mama, las albóndigas del abuelo… Son sabores de buenos recuerdos que nos quedan en la memoria y que nunca encontramos tan buenos como en otros sitios.
Los sabores también forman parte del hogar, de sentirse en casa, acogido y querido. En mi caso, la mantequilla caliente me recuerda a mi abuela. También el calor del horno. Las zanahorias cocinadas lentamente con cebolla y aceite de coco o las tortillas de harina que hacía para mí. Es un recuerdo cariñoso.
De la misma forma tengo buenos recuerdos de los espaguetis de mi madre, su carne al horno y sus huevos con mostaza.
No son solo sabores. Son momentos revividos de compartir, disfrutar y sentirse en casa.
Tengo que reconocer que no soy una gran cocinera. Cada vez voy mejorando y consiguiendo sabores más propios, pero de 10 veces que intento alguna cosa nueva 5 aún me salen fiasco. Espero que cuando los niños traigan sus parejas a casa (todavía me quedan unos cuantos años de práctica) sea la típica suegra que todo el mundo quiere que la invite. De momento tengo la ilusión de poder dar a mis hijos estos recuerdos y sentimientos que a mí me han dado desde mi casa. Porque, al fin y al cabo, son las emociones las que nos mueven y la única cosa que nadie nos puede quitar.
Antes estas sensaciones parecían más fáciles de conseguir. Muchas mujeres se quedaban en casa preparando comidas durante horas para la familia. Hoy en día no dedicamos tanto tiempo. Si te soy sincera, aunque muchas veces tengo el tiempo, tampoco tengo las ganas de pasar este en la cocina. Pero no por eso tengo que prescindir de dar y sentir esas emociones. Sé que hay ciertas cosas que los niños recordarán de nuestro hogar. Una de ellas, y estoy segura de esto, es la receta que te daré a continuación y que no requiere de más de 5 minutos.
¿Por qué hacer palomitas caseras?
Aunque toda esta parte de más arriba sea muy conmovedora, es un efecto secundario muy positivo de hacer palomitas caseras. ¡En realidad hay más razones para hacer las palomitas caseras des de cero y son, en general, de todavía más peso!
La primera, y principal, razón son los ingredientes adicionales que incluyen las palomitas de sobre. ¿Te has fijado nunca? Sobre todo si eres de vigilar lo que comes, leer su lista de ingredientes no te las hará demasiado apetecibles; aceite de girasol refinado o el demoníaco aceite de palma entre otros. También encontrarás excesos de sal o azúcar que no convienen.
Puedes escoger maíz ecológico y que no sea transgénico – esto no queda muy claro en muchos de los envases de palomitas de bolsita.
Una vez hayas cogido el «tranquillo» a hacer las palomitas en casa, serás libre de escoger el sabor que les quieras dar; ¿dulces o saladas? ¿Picantes o suaves? Tienes muchas más variantes y además puedes ir probando sabores con un poco de creatividad.
Después de cocinar por primera vez tus palomitas, verás que las de bolsa no tienen punto de comparación. El sabor y olor son simplemente especiales. El poco esfuerzo que cuesta hacerlas queda compensado con creces por su gusto.
Espero que estés listo para recibir esta receta, ya que te hará especial entre los de tu entorno, por ser la única persona que en pocos minutos de dedicación hará unas palomitas inolvidables.
Como hacer palomitas caseras
Ingredientes
- Maíz en grano para palomitas – puedes encontrar en Mercadona (0,80 € la bolsita aunque son de origen desconocido) o si prefieres ecológico, mejor ir a tu tienda ecológica del pueblo.
- Una cucharada de mantequilla o aceite de oliva extra virgen – según el sabor que quieras darles. En casa nos gusta muchísimo de mantequilla.
- Condimento – sal o azúcar, especies… Lo que te apetezca o lo que tengas a mano.
Procedimiento
- Pon una olla grande al fuego. En casa – de inducción – lo dejo al 7.
- Derretir la mantequilla o calentar el aceite
- Una vez la mantequilla haga burbujas, añadir una capa de palomitas (un poco menos de una manita) – que todas toquen el aceite o mantequilla.
- Tapar la olla.
- De vez en cuando remover toda la olla con la tapa puesta para que no se peguen las palomitas al fondo.
- Esperar que empiecen a saltar. Sigue removiendo toda la olla de vez en cuando, siempre con la tapa puesta que las palomitas no tienen piedad.
- Saber con seguridad cuando están es cosa de intuición. No sé si realmente es posible conseguir que exploten todos los granos, pero a mí siempre me quedan unos cuantos sin explotar. Normalmente cuando las explosiones van a menos y estén a punto de parar, es mi señal de sacarlas del fuego. Si se dejan demasiado se queman con facilidad.
- Servir en un bol
- Añadir sal o especies.
¡Listas! El proceso tarda entre 5 y 10 minutos, según temperatura del fuego y la cantidad de palomitas que hagas. No pierdas la paciencia. Además, cuanta más práctica tengas, mejor técnica tendrás, más palomitas explotadas.
Variedades
Realmente la variedad de palomitas que puedes hacer es infinita. Pero te doy algunas variantes que hemos probado en casa;
- Dulces con el azúcar al final
- De caramelo; añade el azúcar entre el paso 2 y 3. La cantidad tiene que ser suficiente para endulzar pero que a la vez se derrita en la mantequilla y quede suficiente líquido.
- Azúcar y canela
- Chocolate – rallado o derretido por encima
- Saladas
- Pimienta y sal
- Pimiento picante
- Cebolla en polvo
- Tabasco
- Curri
- Orégano
- Ajo y perejil
En internet hay variantes como parmesano, eneldo y ajo, queso fundido o incluso menta y limón. Esta última no estoy segura de que sea algo que nos pueda gustar en casa, pero era para dejarte claro que los límites los ponéis vosotros.
Espero que, después de leer esto, te hayan entrado las ganas de ir a buscar granos de maíz para palomitas y te animes a darles una oportunidad. ¡No volverás atrás! Y si encuentras alguna variante interesante durante una fase creativa, no dudes -¡para nada! – en compartirla con nosotros!
Hola! Soy Jenny
Soy madre de 4 niños, un perro y un periquito.
Me encanta aprender sobre finanzas, minimalismo, organización y un estilo de vida tranquilo y clásico. Intento llevar una vida similar a la de antes, donde todo era lento y el amor por la vida estaba en los detalles.
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1 comentario en «¿Has hecho alguna vez palomitas caseras?»