12 Maneras Como Me Organizo Con Niños Usando Un Temporizador

Hay un utensilio de cocina (o en la época que estamos, del móvil) al cual nunca habría imaginado que le sacaría tanto partido con niños como lo es el temporizador.

¡Es un multi talento muy menospreciado! ¡créeme!

Realmente pensaba que solo servía para la gente que hace deporte o para l@s cociner@s expert@s (más tarde yo le dí uso controlando contracciones de parto XD), ¡PERO NO!…  Resulta que con él se puede hacer mucho más que eso. ¡Es un salvador de situaciones en toda regla! ¡En esta ocasión quiero compartir cómo he llegado a utilizarlo con nuestros hijos!

¿Qué temporizador para niños utilizar?

A los monstruitos de la casa, sobre todo los que todavía son pequeños, les falta la relación temporal. No saben qué es un minuto ni una hora. Cuando va de tiempo utilizo algo visual para hacerles entender el concepto y ahorrarme la pregunta de “¿cuánto queda?” además de ayudarles a ver y realizar como transcurre.

Utilizo un temporizador de esos de «huevo» o una aplicación de temporizador visual, en la que el niño ve en colores cuanto le queda y se va destapando una imagen. Al final del tiempo se escucha el sonido del objeto en cuestión. Te dejo la app aquí.

Va muy bien porque los colores funcionan parecidos a los de un semáforo. Cuando hay tiempo es verde, cuando queda menos pasa a amarillo y si está a punto de acabarse el tiempo la parte de color se vuelve roja. Los más pequeños lo entienden muy rápido y además les hace ilusión ver la imagen que se esconde detrás del panel de colores.

Mis 12 formas de utilizar el temporizador con niños

1.Tiempo de “juego a solas”

Este truco es útil sobre todo con un solo hij@. Jugar o entretenerse solos es algo que deberían aprender todos los niños, pero es difícil resistirse a las constantes peticiones y/o rabietas. Convirtiendo el tiempo en algo visual y limitado usando un temporizador los niños tienen algo a qué aferrarse cuando se necesita esos 15 minutos para hacer algo o quizás incluso un rato más. Empezando por periodos de tiempo más cortos y alargando el tiempo a medida que el niñ@ se va acostumbrando se hará más leve para él y para ti.

2.Tiempo de cumplir con sus tareas.

Por ejemplo nosotros lo utilizamos esas mañanas que todo va demasiado lento. Cuando voy detrás de los niños para que se vistan para el colegio, fijo el temporizador en 10 minutos y lo dejo a su vista para que vean el tiempo que les queda. No suele haber problemas, pero cuando no cumplen van vestidos tal cual están a desayunar y acabarán después. Si solo llevan la camiseta y van sin pantalones, es lo que hay. Les molesta mucho no estar listos y con eso acaba la batalla matutina. Útil, ¿verdad?

3. Tiempo de pantallas.

En casa utilizamos poco las pantallas; televisor, tablet o consolas son un lujo y algo muy esporádico. El problema viene muchas veces a la hora de retirarlo. Tanto para ellos como para nosotros; es muy fácil perderse en el tiempo haciendo algo de uso mientras los niños están ocupados.

Para evitarlo enciendo el televisor o entrego la tablet y fijo el temporizador a la vista de los niños. Es una forma de pre negociar el uso y así evitar conflictos después. El fin de pantalla no lo doy yo, lo da el temporizador. Y lo que dicta este manda y no hay peleas.

Hoy en día todos los TV tienen temporizador integrado. Esto es muy práctico, sobre todo para niños que todavía no saben muy bien como funciona la TV. Cuando les prometo un tiempo determinado de sus programas favoritos les activo la cuenta atrás acorde a un capítulo. Se acaba, la pantalla se para, el televisor se ha cansado y se ha puesto a dormir solito. Es su señal de que hay que ir a por otra actividad.

4. Cuenta atrás para algo emocionante.

Cuando les cuentas a los niños que hoy irán al parque o que irán a dar un paseo, puede que estén cada 5 minutos preguntando “¿Vamos ya?”. En mi caso eso me pone muy nerviosa y acabo de un humor de perros para la hora de salir. Si realmente no queda demasiado (me refiero a que no quedan 7 horas), ¿por qué no poner el temporizador? En vez de preguntarme cuánto queda se lo responden ellos mismos con una mirada.

5. Recoger juguetes

Sobre todo con niños pequeños, puedo tener la casa impecable que a los 5 minutos de despertarse o aparecer estará hecha un completo desastre de nuevo. Encuentro juguetes en todos lados (últimamente incluso en la nevera; estoy en proceso de investigación) por muy minimalista que intente ser con los juguetes. Pero ¿por qué tengo que recogerlo siempre yo? Aquí el temporizador es una gran ayuda. Lo fijo en un tiempo realista para recoger, dejándolo a la vista y todos juntos hacemos el trabajo.

Cómo tratar este truco dependerá de la forma de educar.

• Si se considera que recoger forma parte de jugar y que es su obligación, tendrán que recogerlo todo dentro del tiempo dado y lo que no esté recogido quedará confiscado por un tiempo. La próxima vez no sacarán tantos juguetes a la hora de jugar o los irán guardando a medida que vayan jugando… Si hay suerte :-). Yo aplico esta a menudo cuando la lían demasiado al sacar juguetes.
• Si simplemente se quiere que aporten algo se puede prometer una recompensa si consiguen recogerlo todo BIEN en ese tiempo (los fines de semana la frase les solemos premiar con un ratito de TV). Esto les dará un incentivo para hacer el máximo posible.
• O se puede hacer de ello una tarea de rutina familiar en la que toda la familia recoge de forma conjunta todo lo que puede en ese tiempo. Sin premios ni consecuencias, simplemente para sentir que se ha logrado algo juntos. Nosotros intentamos recoger juntos 3 veces al día (antes del cole por la mañana, antes del cole después de comer y antes de ir a dormir.

6. Compartir.

Este truco tengo que admitir que lo hemos utilizado relativamente poco, pero me parece lógico cuando los hijos entran constantemente en conflicto para los juguetes. Mi forma de solucionarlo habitualmente es quitarles ese juguete para que la próxima vez aprendan a compartirlo sin peleas, pero si eso no funciona, el temporizador puede ser una solución. ¿Por qué no? Limito el tiempo de uso de cada uno de ellos a X minutos y cada vez que suena el temporizador hay cambio. Esto lo hemos aplicado con el MP3 conjunto que tienen, con micrófonos o con una cámara de fotos infantil. Al pequeño le puede costar un poco entenderlo al principio, pero la distracción del patito se ocupa de la impaciencia.

7. Juego con mamá o papá. 

No nos engañemos, los padres de hoy siempre estamos ocupados y tenemos cosas que hacer. A veces son más urgentes que otras. Pero en casa son 4 pequeños que también quieren atención de Papá o Mamá. Esta atención la piden muchas veces en forma de juego. Para poder cumplir su demanda, pero a la vez poder trabajar o hacer la tarea urgente se puede llegar a un compromiso de tiempo. A veces es una partida de algo, pero cuando no es medible, ¿Por qué no usar el temporizador y enseñar a los niños llegar a compromisos? ¡Ellos tendrán su tiempo de juego y los padres tiempo para solucionar lo que haga falta! Parece un buen trato, ¿No?

8.Tiempo de pensar.

Alguna vez cuando uno de nuestros hijos reitera de «pecado» uso el castigo de separarlo de sus hermanos (lo mando a otra habitación). Cuando me preguntan cuanto tiempo tienen que estar (normalmente lo hago sin tiempo determinado – soy más de feeling) utilizo el temporizador y limito el tiempo de pensar para que vea cuando puede volver con los demás. Esta versión a veces puede ser contra productiva, ya que en vez de pensar estará más pendiente de ver cómo pasa el tiempo, pero si se trata de calmarse puede ser una forma de meditación

9. Tiempo de calma/alboroto.

A veces hay situaciones en casa que el ambiente está demasiado cargado. Puede ser porque los niños están demasiado tensos o por qué tienen demasiada actividad acumulada. Para esas situaciones va muy bien darles un tiempo para relajarse o para activarse y descargar la energía acumulada.

Si están tensos, peleándose todo el rato y llorando por todo, darles un tiempo limitado para saltar, chillar o corretear por la casa les puede dar justa la descarga necesaria. Marco un tiempo para dejarles saltar, corretear, chillar en casa. Una vez finalizado el tiempo hay que volver a la normalidad.

En cambio cuando están inquietos, que no paran, chillando y demasiado revolucionados, lo mejor es marcarles un tiempo en el que deberán bajar las revoluciones y volver a la calma. Ahí les marco un tiempo en el temporizador y les dejo leyendo un libro, haciendo un puzzle o pintando un dibujo.

10. Retos.

Un temporizador no deja de ser una herramienta que también usan los deportistas para mejorar su rendimiento, ¿no? ¿Por qué no utilizarla del mismo modo? Reto a mis hijos a completar ciertos juegos en un tiempo limitado; un puzzle, rompecabezas, imitar una construcción… No tiene límites. Además tiene 2 ventajas, estoy jugando con el niño a la vez que me doy “momentos” en medio para seguir a lo mio 😉

11. Tiempo para acabar.

¿Cuántas veces hay que llamar a los niños a comer cuando están concentrados en un juego, construcción o manualidad? Siempre quieren acabarlo. Para acabar con esa batalla sirve de mucho avisarles con 5 minutos de antelación. Para niños mayores, ya acostumbrados a la relación del tiempo, está muy bien, pero para un niño pequeño todavía no tiene sentido y es solo una palabra. Programando el temporizador, tiene una forma de visualizar el tiempo que le queda. Es una forma muy efectiva de reducir los enojos y las rabietas.

12. ¡Tiempo guay!

Este último es similar a alguno anterior… pero con el tiempo total. A mis hijos les encanta la bañera y jugar en el jardín, les doy su tiempo para disfrutarlo de forma visual. No quiero que mis hijos se queden demasiado tiempo en la bañera porque se enfría el agua, pero cuando se lo están pasando bien no quieren salir. Se entienden los dos lados. PERO si desde un principio ya le doy un tiempo completo con el que disfrutar, al sonar la alarma no se molesta tanto en salir. Saben que ha acabado el tiempo y que hay que pasar a vestirse y a cenar.

¿Que te parece?

¡Tranquila! Si después de leer este post te imaginas a una madre histérica y minuciosa correteando con un temporizador detrás de los niños puedo calmar tus preocupaciones. De forma rutinaria solo utilizamos los 5 minutos de recoger en familia. Las demás estrategias son para usos esporádicos, momentos más críticos o épocas en las que no avanzamos de ninguna otra manera. No voy estresando a mis niños móviles en mano para que sigan horarios y tiempos que les propongo y tampoco deberías hacerlo tú.

Te estoy dando posibilidades. ¿Que tienes un hijo demasiado tranquilo a la hora de vestirse? Usa temporizador, cuando lo tenga entendido no lo necesitarás más. ¿Que esta semana está rebelde y no paráis de pelearos? Usa la cuenta atrás para el rato de TV. Quizás debas utilizarlo en las situaciones que puedas olvidarte del tiempo o en las que lo necesitas para «presionar» un poco. De hecho, reaccionar a una alarma también se hace en el colegio, ¿no? Acaba una clase y empieza otra, salen y entran del patio…

Espero que te sean útiles estos pequeños trucos y que puedas aplicar algunos para mejorar tu vida diaria. En algún momento más adelante te daré trucos para usar el temporizador en ti misma. Hay muchos usos para los adultos que quizás nunca te hubieras imaginado.

Creo que 12 ya es una buena cantidad de ideas, pero si tienes otra idea más, me encantaría que la compartieras conmigo en los comentarios. 😉