25 trucos para ahorrar en la compra del supermercado

25 trucos para ahorrar en la compra del supermercado

¿Estás harta de no llegar a fín de mes? ¿Cada vez que vas al súper el ticket de compra tiene un importe más alto? Ahorrar en la compra que hacemos en el supermercado puede parecer algo de tacañas, pero en realidad es algo de suma importancia. ¿Cuántas veces has llegado a la caja del supermercado para darte cuenta de que el importe es mucho mayor de lo que te esperabas? Eso, aunque parezca una tontería, al final del año puede convertirse en un importe equivalente a unas cuantas cenas de restaurante o incluso en un viaje al caribe. Yo prefiero el viaje al caribe ¿Y tú? Voy a armarte con 25 trucos para que puedas preparar una hucha y la maleta de viaje.

Nuestras abuelas vivían con muy poco presupuesto a la hora de hacer la compra y las condiciones en las que compraban eran muy distintas a las condiciones que tenemos actualmente. Los supermercados están diseñados de tal manera que estamos constantemente sometidos a la tentación de comprar, aunque muchas veces ni lo necesitemos. Yo misma era de las que siempre me llevaba alguna cosa que nunca antes habíamos utilizado solo por estar de oferta 3×2… Locura la mía, lo sé. ¡Y luego venia la sorpresa en caja! ¡Solo se entra a comprar 4 cosas y al final se acaba con una cuenta de 30 euros! ¿Te suena?

Cuando supe que quería tener una familia numerosa, empecé a ser más consciente de los gastos de comestibles y básicos para un hogar. Actualmente tengo un presupuesto aproximado de 100 € por persona por mes de media (en verano llega a ser un poco más alto porque consumimos mucha más variedad de fruta). Eso es un importe que muchos gastan por semana siendo un hogar de 3 personas.

Los consejos que comparto contigo te van a ayudar a ahorrar muchísimo sin tener que perder la calidad en tus comidas. Al contrario, puede que incluso te animen a fijarte más en la calidad y a sacar mayor provecho de ellos. Vuelve a ser dueña de tu carro y cartera. Te doy el látigo, lo que hagas con él ya es cosa tuya 😉 Al carro, ¿listos? ¡YA!

25 hábitos para ahorrar en la compra

#1 reduce tus viajes al supermercado

Si solo apareces una vez por semana en el supermercado en vez de ir cada día, te aseguro que vas a ahorrar en tu compra, y no poco. Ir solo una vez a la semana o cada quince días reduce tus compras impulsivas e innecesarias aparte de ahorrarte tiempo y gastos.

Además, minimaliza los supermercados que visitas. Seguro que puedes comprometerte con uno que tenga las cosas de corta caducidad como huevos, lácteos o embutidos. Si tienes supermercados en los que solo compras un tipo de producto y este tiene larga vida de estantería, ¿Por qué no comprar una cantidad mayor para que te dure unos meses y así evitas tener que volver más a menudo?

Cuando hago mi compra semanal, acudo solo a 2 establecimientos; uno en el que compro fruta, verdura y carnes de la zona y el otro donde compro lo que no encuentro en el primero o que simplemente está mejor de precio. Tengo 3 supermercados más en los que compro cosas como el bicarbonato en bolsas de kilo o vinagre de manzana en botella de cristal que no encuentro en los otros dos supermercados. Pero no voy cada dos o tres semanas a dar la vuelta a todas las tiendas. Me organizo para ir una vez cada 3 meses y compro cantidades mayores.

#2 Proponte un presupuesto o límite para ahorrar al hacer la compra

Si tienes un presupuesto tienes un límite del que no puedes pasar. Eso facilita la toma de decisiones y evita derroches.

Si vas al supermercado con la idea de no gastar más de «X» importe, serás más consciente de todo lo que estás metiendo en el carro. Yo siempre me lo propongo como un juego. Puede llegar a ser muy entretenido hacer una compra dentro de un límite y encontrar cada vez mejores opciones y ofertas de las anteriores. Incluso es un reto reducir cada vez un poco más el importe a gastar sin perjudicar la calidad de las compras. ¿No me crees? Pruébalo. Realmente es muy adictivo una vez se le coge el gustillo.

He conseguido gastar muy poquito al mes en alimentos. No gastamos más de 130 euros a la semana (en verano puede ser un poquito más y en invierno un poquito menos) para una familia de 6 y medio (mi madre come con nosotros). Y creo que eso es algo que nunca hubiera conseguido si no me hubiera limitado el gasto semanal de la compra.

#3 Antes de comprar revisa tu despensa

Tengo que reconocer que este punto me lo salto muchas veces por las prisas o falta de concentración. ¿El resultado? Acabo comprando más de lo que ya tengo y no me doy cuenta de las que no tengo a mano. Acabo con 7 botes de aceitunas pero sin lentejas, para darte una idea.

Un pequeño vistazo y actualización de inventario antes de ir a comprar me ahorra retornos al supermercado y dinero parado en la despensa. Porque quieras o no, lo que tienes en la despensa sigue siendo dinero en forma de alimentos.

Tendrás tu dinero disponible para lo que necesitas y te será más fácil mantenerte dentro de tu presupuesto marcado.

#4 Intenta comprar productos frescos fuera del supermercado

Si conoces a alguien que venda huevos, tienes una pescadería cerca o el mercado de verduras a una manzana, no vayas al supermercado. Consumir productos frescos es mucho más saludable. Evitarás entrar en supermercados, no tendrás tantas tentaciones, ayudarás a comercios pequeños y cuidarás mejor tu cuerpo. Además, en estos pequeños comercios siempre te ayudarán y te darán consejos de como preparar las comidas que compras o qué frutas y verduras están de temporada. Vas a adquirir sabiduría de forma gratuita, hablarás con gente de tu comunidad y conocerás el orígen de tus alimentos.

Puede que estos productos te salgan un pelín más caro, pero si reduces tus viajes al supermercado cada semana, tendrás menos compras compulsivas y ayudaras a tu entorno.

#5 Planifica tus comidas con un menú semanal

Organizar tus comidas en forma de un menú es de las formas más simples de ahorrar en tu compra. Sabrás exactamente qué necesitas, no comprarás cosas «porque sí» y evitarás desperdicio de comida. Y no estarás cada día ante la pregunta ¿Qué hago para comer?. No puedes imaginarte el alivio que supone.

Antes de ir a comprar, lo primero que hago es mirar qué hay en mi despensa y nevera. Con eso creo un menú semanal para no tener desperdicio de alimentos. A partir de ahí planifico para los días que me quedan de la semana y me propongo distintas comidas que quiero hacer. Ahora solo falta comprobar qué necesito ir a buscar para crearlas. De este modo solo compro las cosas que realmente voy a utilizar y voy a poder ahorrar una cantidad significativa. Además utilizaré todos los ingredientes que me llevaré, derrochando menos alimentos. Si estoy creativa, busco las ofertas de mi supermercado de antemano y aprovecho las ofertas para hacer mi menú con ellas.

En muchas ocasiones puede que tengamos más sobras de lo normal. En estos casos aprovecho un día a la semana para consumirlas. La receta o comida que tenía planificada para ese día se ha convertido en una comida «extra» y con ello podré ir un día más tarde a comprar. Ahorro en todos lados ¿no crees?

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#6 Haz una lista de la compra (y síguela)

Si haces un menú semanal ya crearás una lista de la compra de forma automática. Añade los productos no alimentarios que necesites y llévatela – que es muy típico olvidarla encima de la mesa. Sé de lo que hablo. Ahora viene la parte difícil. ¡Solo compra lo que esté en la lista! Si vas con esta mentalidad no sucumbirás a las ofertas o compras impulsivas que en realidad no necesitas. Y cuanto menos tengas en la cinta de la caja, menor el importe final de tu ticket.

#7 ¿Necesidad o capricho?

Sobre todo en supermercados que venden cosas no alimentarias, esta pregunta te hará un gran servicio. Hay muchísimas cosas que me llaman la atención a la hora de ir al supermercado. Muchos parecen ser chollos o utensilios sin los que parece que uno no pueda vivir. Si le das un par de vueltas en realidad solo son cachivaches que acabarán en el fondo del armario o porquerías que después de 5 minutos de placer quedarán en mi cintura unos cuantos días.

Si vas a comprar algo fuera de tu lista de la compra, asegúrate de que realmente es algo que necesitas de verdad y no un capricho del momento.

#8 Ves sola para ahorrar en la compra

Habitualmente voy a comprar los martes después de dejar los niños en el cole. De esta forma tengo más tranquilidad, más concentración y no compro por impulsos o porque los niños me distraen. Tampoco me dejo nada porque estoy más centrada en el asunto. Quieras o no, cuando voy con los peques tengo que estar constantemente pendiente de lo que hacen (manos que tocan, manos que traen, manos que abren, niños que corren, preguntas que hacen… Me explico ¿Verdad?). Pierdo el rumbo. Me dejo cosas aunque estén en la lista y doy más vueltas innecesarias perdiendo el tiempo. Además ellos están también expuestos a todos los trucos de ventas que tienen en los supermercados – esos dibujos animados en los envoltorios son precisamente para ellos. Si no vienen no saben lo que hay, así de fácil.

Curiosamente, aunque vaya a comprar con mi marido y él no sea de coger cosas fuera de la lista, también acabo comprando más. Por la compañía, por la distracción… no lo sé, pero resulta que también es incentivo de llenar más el carro.

#9 Come antes de ir a hacer la compra para ahorrar

Está comprobado; los días que voy a comprar sin haber desayunado compro para 4 familias como la nuestra (vale, exagero un poco, solo para 2). Cuando tengo hambre, todo lo que está en las estanterías es una tentación para mi cerebro que se imagina comiendo todo lo que ve.

Pero resulta que no es solo cosa mía. Un estudio publicado en el 2015 ya lo confirmaba.También hay estudios sobre una «hormona del hambre» que afecta a nuestros impulsos de compra.

En mi caso hay como una sensación de escasez. «¡Uy! Compro dos por si no tenemos suficiente.» Me he pillado muchas veces con ese pensamiento cuando sé perfectamente que con uno nos sobra. Aunque siga la lista de la compra, puede que acaben el doble de artículos en mi carro de los que en realidad necesitaba. En vez de comprar los 4 kg de zanahoria, acabo comprando 6 o 7. Cuando pasa eso no es el fin del mundo porque acabamos consumiendo esos alimentos, pero con menos también hubiéramos hecho sin pasar del límite que me propongo en mi compra.

#10 No compres platos preparados

Aprende a ahorrar en tu proxima compra

Los platos preparados y las bebidas azucaradas pueden parecer una buena opción cuando uno tiene prisa. Pero esas comidas, a parte de caras, tampoco son lo mejor en cuanto a nutrición y energía. Esos platos llevan conservantes, colorantes y un sinfín de aditivos que en su mayoría no sé ni pronunciar.

Muchos de los platos preparados que se venden en las estanterías de los supermercados no se tarda más de 2 minutos en reproducir. Y lo digo yo que tengo una familia de 7 personas.

Y la mayor diferencia es el sabor. Ese no siempre viene por los condimentos o el talento del que cocina, sino por el cariño que se ha invertido en la comida. Suena cutre, lo sé. Pero alguien que esté siempre comprando comida preparada sabrá reconocer que es verdad. Cuando vas a casa de alguien que cocina para ti, no hay diferencia de sabor. Lo hemos comprobado muchas veces en casa – y no soy la mejor cocinera precisamente. Los platos preparados no tienen nada que ver con los platos que preparamos nosotros con nuestro tiempo.

¿Necesitas algo para emergencias de último minuto? Siempre puedes estar preparada de antemano. Cocina doble ración en días que tengas más tiempo y congela la sobrante para apuros futuros. Tendrás comida instantánea de origen e ingredientes conocidos y con todo el cariño que le habrás dedicado tu misma.

Otra solución es lo que hoy en día se llama batch cooking. Se trata de cocinar un día de fín de semana para llenar la nevera de preparados de comida y que entre semana solo toque sacar, calentar y comer.

25 trucos para ahorrar en la compra
Las bebidas azucaradas no forman parte de nuestros gastos. Imagen extraida de Pixabay

#11 no compres bebidas azucaradas

Este tipo de bebidas en casa solo entran cuando tenemos invitados, y acaban caducando porque nadie se las bebe. Las bebidas azucaradas son veneno para la silueta y para la salud. Son calorías vacías que no nos damos cuenta de que estamos consumiendo al ser en formato líquido. Y además, son mucho más caras que el agua.

Si te cuesta beber agua o necesitas algo con un poco más de gracia, siempre puedes hacerte té frío o agua con limón, menta o frutas congeladas. Aunque ahí te pongas un poco de azúcar, no serán para nada las cantidades que llevan las bebidas del supermercado.

Por cierto, aquí van incluidos los zumos.

#12 No compres agua envasada

Desde que descubrí los beneficios del agua con carbón activo, no he vuelto a cargar aguas en plástico. Al fin y al cabo en su mayoría contienen agua del grifo filtrada. Eso lo puedo hacer en casa por mucho menos dinero y menos carga de botellas.

Invertir en unos bastoncitos de carbón activo o en un filtro de agua te puede parecer un coste inicial alto, pero al final te saldrá muchísimo más económico que ir cargando garrafas de agua arriba y abajo. Y encima ayudamos a reducir los plásticos.

#13 Solo compra ofertas de productos que realmente utilizas

¡Ay con las ofertas! Pueden ser una bendición o una maldición.

Las ofertas se convierten en maldición si se compran compulsivamente y sin pensar. Esos productos que estan reducidos de precio, pero que en realidad no sabemos ni si es bueno y nunca vamos a utilizar… son una maldición. Un agujero negro de dinero.

Si por otro lado, uno de nuestros productos habituales (o uno muy parecido) está de oferta, lo mejor es dar las gracias y aprovechar la ocasión para subir las existencias de nuestra despensa. Eso será un ahorro de dinero, de nuevo, con inversión inicial. Pero que notaremos en unas semanas cuando no tengamos ese gasto en nuestras compras siguientes.

Fíjate, además, si lo que compras realmente es una oferta del momento o es una de esas ofertas que tienen 9 de 12 meses del año. Parece una tontería, pero me he encontrado con más de un descuento permanente anunciado como si fuera la gran ganga.

#14 Evita porquerías – son caprichos

No sé con qué otro nombre definir este tipo de productos. En casa los llamamos así. En esta categoría incluimos ese tipo de alimento que es un vicio. Patatas, cocktail de snack, M&M, tableta de chocolate con leche y otros similares son productos que una vez empiezas nunca dejas la bolsa a medias. Son productos relativamente caros y además, no lo más ideal cuando hablamos de salud.

Evitando este tipo de alimentos y contándolos como un capricho de vez en cuando, vas a ahorrar en la compra y a la vez mejora nuestra salud y figura. Si no entra en casa, tampoco tienes tentaciones.

Siempre puedes sustituirlo por productos más saludables – con menos sal y azúcares – que saciarán y te facilitaran frenar el antojo. Los frutos secos crudos son una buena opción y siendo más caros comeras menos cantidad porque saciarán más y no serán tan tentativos por la falta de sal añadida. Otra opción que al principo parece una estafa son las manzanas. Son económicas y te calmarán esa ansiedad dándote a la vez nutrientes que tu cuerpo sí necesita, sin subidones de azúcar o sal.

Y no te digo que los anules por completo de tu lista de la compra. Simplemente trata este tipo de alimentos como algo esporádico. Algo que te permitas comprar cuando cumplas o logres algún reto propuesto como el de reducir tus gastos de la compra. Úsalos de incentivos y premios. Y no valen metas demasiado fáciles, que eso también lo he hecho y al final solo acabo engañándome a mi misma 😉

#15 Fíjate en el precio por Kg de los productos

Parece que por ley, comprar un producto en grandes cantidades te llevará a ahorrar en tu compra. Sobre todo en las ofertas de pack ahorro y formato familiar hay que ir con ojos de águila ¡Cuidado que hay trampa! Debes estar siempre atenta y leer o calcular el precio por Kg del producto. En muchas ocasiones te sorprenderá descubrir que es mejor coger el bote pequeño y no el envase familiar. El caballo de Troya que me han colado ya varias veces es el papel de wc, donde 4 paquetes de 12 rollos en oferta salían más baratos que 2 paquetes en oferta de 24 rollos.

#16 Aprovecha ofertas de última hora para ahorrar en la compra

A veces por fecha de caducidad próxima encuentro precios bastante reducidos y no por ello compro peor comida. La fecha de caducidad no es un límite definitivo. No tienen bombas de relojería en sus estanterías porque los alimentos no se ponen malos el día de la fecha a las 12 de la noche. Estas fechas vienen con margen de error para no arriesgar vender cosas en mal estado. Si tengo pensado preparar el alimento el mismo día o el día siguiente, no me da reparo en comprarlo siempre y cuando vea que está en buen estado, no se mueva solo, apeste o sea de colores fosforitos y no habituales.

Si es un alimento que consumes habitualmente, siempre puedes optar por tirarlo en el congelador en cuanto llegues a casa y cocinarlo en un momento más lejano.

#17 Compra marca blanca

No tengo ningún alimento que necesite comprar de una marca concreta. No veo la diferencia entre el producto de marca blanca y el de marca comercial.

En muchas ocasiones, la marca comercial es el productor de la marca blanca de incógnito. Hay paginas web que te pueden dar referencias sobre los fabricantes que también producen para marcas blancas. Merece la pena darles una ojeada si habitualmente eres alguien que compra artículos de marcas. Este punto te puede ahorrar una gran cantidad de dinero en la compra.

#18 Compra producto de temporada

Comprar productos fuera de temporada significa, en muchas ocasiones, pagar el doble o el triple de su valor. Si no quieres prescindir de ciertos sabores, siempre te queda la opción de mirar en la zona de congelados donde los precios se ajustan un poco más a lo habitual.

Si te interesa saber más o te faltan más razones, puedes leer sobre mis 11 razones para comer de temporada

#19 Aprovecha aplicaciones y tarjetas de fidelización.

Muchas cadenas no lo ofrecen, pero en algunos tengo la tarjeta de fidelización/cliente para acumular puntos o euros con cada compra que hago. En algunas cadenas incluso reparten cupones de descuento para ciertos productos. Habitualmente no intento desperdiciarlo. Tampoco me quedo nunca con las ganas de preguntar si hay descuento para familias numerosas. A veces sorprende los sitios que realmente ofrecen este tipo de reducción de precio.

Aquí se aplica lo mismo que en las ofertas del 3×2, por mucho cupón de descuento que tengas, si es un producto que no utilizas habitualmente, no lo compres. Sino en vez de ahorrar en la compra vas a gastar dinero innecesario.

#20 Compra a granel

Esto puede servirte mucho si necesitas cantidades inferiores a las que te ofrecen en paquetes ya montados. En vez de comprar el paquete de lomos, acércate a la carnicería y compra los 4 trozos que necesitas tú. Gastarás menos y tendrás la cantidad de producto que necesitas

#21 Compra al por mayor para ahorrar en la compra

Una buena forma de ahorrar en la compra es hacerlo en cantidades mayores. Un ejemplo es la avena sin gluten que gastamos a diario. El Kg en el supermercado me sale por aproximadamente unos 5,25 €. Comprando, en este caso por internet, un saco de 25 kg el precio por Kilo baja a 3,30 €. Llego a comprar casi a mitad de precio. Estos 25 Kg a nosotros nos van a durar unos 2 o 3 meses.

Quizás no tengas familia numerosa o no consumas tanto de algo para comprar sacos de 25 Kg, pero seguramente puedes buscar sacos de 5 Kg en vez de comprar un kilo cada vez. Busca alimentos que te salgan más económicos comprados en cantidad y aprovecha la ocasión. Aunque tengas una inversión inicial, vas a ver lo que te ahorras al final de mes.

#22 Paga en metálico

Tenemos el mal hábito de pagar con tarjeta. Y por muy práctico que parezca, no tenemos tanto control sobre lo que gastamos como cuando lo hacemos con metálico.

En primer lugar porque podemos pasarnos de nuestro presupuesto sin problema, como en el banco hay dinero, puedo hacerlo. Pero eso no nos limita nuestro presupuesto de la misma forma que lo haría llevar solo el dinero que queremos gastar. Devolver algo en la caja puede que te parezca vergonzoso, pero si tienes en cuenta que después no tendrás dolores de cabeza para llegar a fin de mes o la que habrá ahorrado suficiente para las vacaciones al caribe… Ahí ya cambia la cosa ¿verdad?

En segundo lugar el dinero metálico es más visual. Si estás gastando 50 euros, verás como tus 50 € van a parar en manos de la cajera y serás más consciente de lo que realmente supone ese importe. Es algo que la tarjeta de crédito no permite asimilar. Sí, sabemos el importe, pero este se descuenta del banco de una forma digital que no relacionamos más que con un número.

#23 Revisa el recibo de la compra para ahorrar

Puede parecer una tontería, pero estoy segura de que mucha gente no lo hace. Te dan el ticket, lo metes en la cartera o lo tiras directamente y ahí se queda. ¡Error! El personal de caja también es humano y puede cometer errores. Las ofertas pueden estar mal registradas y que te cobren el precio habitual. Un artículo puede aparecer repetido por error del lector.

Hay muchos factores que pueden estar mal en un ticket de la compra, y si no nos fijamos en lo que aparece, puede que estemos pagando productos que no hemos recibido. Del camino de la caja al coche, mira de revisar siempre qué aparece en tu ticket y si realmente los precios son los que te han prometido dentro de la tienda.

25 trucos para Ahorrar en la compra
Imagen de pixabay

#24 Compra productos clásicos

Antes en las tiendas de alimentos había un tipo de arroz, un o dos tipos de pasta, un tipo de yogures… Había los alimentos básicos. Bonitos tiempos.

Hoy en día vas a comprar algo y te encuentras con 30 variedades de un mismo producto, en lo que a lo mejor solo varía un poco el sabor de cada uno. Pero si te fijas, los productos que salen de lo «normal» son siempre un poquito más caros.

¿Realmente es tan malo «solo» comprar el producto clásico y pagar un poco menos?

#25 Toma tu tiempo para ahorrar en la compra

Ir a comprar con las prisas es muy contra productivo con una compra consciente y coherente. Estudiar los precios o comparar productos no es posible con el tiempo en la nuca. Tampoco lo es tomar decisiones, evitar tentaciones y comprar realmente todo lo que necesitas.

Cuando vayas a hacer la compra mira de que sea sin tener que estar mirando el reloj constantemente. Mira de ir tranquila y con tu mente enfocada a la tarea que tienes delante.

¡ahora estás preparada para gastar menos!

Sigue estos 25 consejos para ahorrar en la compra del supermercado y observa como se reduce el recibo en la caja comparando con otras compras anteriores. Ahora mismo no puedo ofrecerte más consejos, pero siempre estoy a la caza de euros salvajes. Estas tácticas más la alimentación en familia en modo económico son un auténtico guardaespaldas para el dinero de casa. Espero que las puedas aplicar.

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