Recetas

Este blog definitivamente no es de cocina, aunque tenga la categoría de recetas. No soy alguien que se apasione por la cocina. ¡Por dios! nada más lejos! En realidad cocino porque no me queda más remedio y porque quiero que mis hijos coman comida casera, hecha con cariño (aunque a veces sea más en modo supervivencia) y pensando en ellos (a veces por pura venganza – la berenjena es el arma estrella en eso).

Tampoco me considero buena cocinera, sobretodo porque cuando tengo que cocinar para alguien fuera del círculo familiar íntimo (paparetro y los 4 monstruos) las cosas siempre se esfuerzan en salir mal por mucho cariño y cuidado que invierta.

PERO! se ha convertido en una tarea con la que puedo hacer las paces. Lo hago porque me toca, pero eso no significa que no pueda disfrutar. No hace mucho que hice el cambio de mentalidad, pero me ayudó bastante. Ahora cuando veo una receta que me gusta la sigo, hago las cosas desde cero porque simplemente me interesa ver como los ingredientes toman su forma, improviso todo lo que puedo (aunque a veces salga bastante mal), realmente invierto todo el cariño posible (si, soy de esas que cree en energías) y hago de ello un reto diario.

Por ese motivo este apartado de recetas son precisamente esos platos que he preparado al azar, añadiendo y haciendo lo que mi intuición me guiaba y que han resultado ser buenas. (Tranquil@, algo que no haya pasado por los críticos de casa no estará incluido en este apartado).

Puede que también encuentres recetas «non food» como dicen los angloparlantes. Es decir recetas de productos de limpieza u otras categorías que simplemente no son para comer.