Organizar un hogar al estilo retro en un mundo moderno
Los niños crecen demasiado rápido como para perder el tiempo en tonterías. En un abrir y cerrar de ojos pasan de ser un bebito adorable a un adolescente con ideas propias (y mucha opinión). Por eso, en nuestra casa, me propuse disfrutar al máximo de mis hijos y ofrecerles un hogar acogedor, cálido y lleno de presencia real.
En lugar de adaptar toda la casa a los niños, los hemos incluido en ella. No tenemos una casa infantilizada, sino un hogar compartido, donde hay espacio para todos: camas, escritorios, zonas de juego… pero también rituales, conversaciones sin prisas y momentos sin pantallas. Porque eso es lo que quiero transmitirles: que la vida no necesita estar llena de planes, actividades dirigidas ni relojes que apuran cada hora.
Aquí, en la sección Familia Retro del blog, te cuento cómo construimos ese equilibrio familiar desde lo simple y lo auténtico. Cómo integramos rutinas familiares que funcionan sin imponer. Cómo gestionamos el aburrimiento como aliado. Cómo educamos sin estar todo el día educando. Cómo recuperamos la esencia de una vida en familia que no corre, que no grita, que no se pierde lo importante. Y sobretodo, cómo no somos perfectos per aún así felices.
Si buscas ideas para una crianza natural, una vida familiar consciente y retro, y formas reales de vivir con tus hijos sin renunciar a ti, este es tu lugar.
La palabra minimalismo a mí me sonaba del sector del arte, como el cubismo, surrealismo…. Y realmente existe ese arte; piezas de pintura que contienen lo justo. Pero en los últimos años ha ido cogiendo más y más popularidad otro tipo de minimalismo. El estilo de vida.
Me encanta (ENCANTA!!) leer. Soy adicta a los libros y sobretodo a adquirir información de todo tipo. Creo que no existe un día en el que me vaya a la cama sin haber aprendido algo nuevo. ¡Y eso es genial! Sobretodo con aplicaciones gratuitas como Ebiblio
Hace uno años (5 o 6 por lo menos) mi afición eran los libros fantásticos (Rowling, Canavan, Tolkien, Rothfuss…) y desde los niños que empecé a leer más libros de autoayuda y estilo de vida. Entre estos últimos no podía faltar el de Marie Kondo o el de Ryan Holiday. Fue entonces cuando decidí no comprar más libros de tapa dura – con muy pocas excepciones- y pasé a leer ebooks (aunque la experiencia en sí no sea la misma que tener un libro de papel en mano).
Creo que el mundo se puede dividir en dos tipos de personas: los que prefieren levantarse temprano y los que prefieren despertar tarde.
El año pasado tenía tantas ganas de navidad, que montamos el árbol a finales de noviembre. Una vez pasado el 26 de diciembre ese árbol me tenía tan harta que este año lo hemos montado y decorado durante el puente.
Esta mañana he metido la punta de la nariz en los asuntos de los reyes magos & Co (& Co porque en casa seguimos también tradiciones alemanas demasiado largas de explicar) y casi salgo corriendo por patas. Me encantaría volver atrás en el tiempo y vivir en otra época; esa en la que el catálogo de juguetes no pasaba de las 10 páginas. He cogido de 2 tiendas distintas y… ¡Por Dios! ¡Ahora son del tamaño de la Biblia! Quiero sobrevivir sin estrés esto de comprar regalos de navidad. Para acordarme para el año que viene, dejo anotados esos descubrimientos aquí. Quizás también te ayuden.
Hay un utensilio de cocina (o en la época que estamos, del móvil) al cual nunca habría imaginado que le sacaría tanto partido como lo es el temporizador.Es un multitalento muy menospreciado! créeme!